-¿Qué puedo hacer para que los clientes no me presionen para tener sexo conmigo en el privado o saliendo, Ugo? – me preguntó Stephany cuando nos vimos.
-Eso está fácil. Cámbiate de club – le dije yo.
-¡¡¡Pero como crees!!! Yo no me quiero cambiar de club. Allí están todas mis amigas, me pagan un “sueldo fijo”, me gusta el ambiente, y….
-Mira Stephany, la cuestión es muy sencilla. En el table dance en que tu trabajas simplemente no compites – le dije interrumpiéndola.
-¿Pero cómo que no compito? Si soy de las más bonitas…¿Cómo te atreves a decirme que no compito? – dijo indignada.
-Tu no compites por que no estas dispuesta a hacer lo que otras mujeres sí están dispuestas. Y ese es un problema insalvable. Deja te explico.
Tu error fue meterte en ese table dance suponiendo que las reglas las ponías tú. Y eso nunca es así. Las reglas las imponen los clientes. Dependiendo del tipo de club en que trabajes, es el club quien determina si solo se manejara el baile o si permiten más cosas, por lo que ira un tipo u otro de clientes. Pero el cliente es quien decide a que teibol se mete.
Cierto tipo de clientes irán a ciertos lugares buscando sexo, mientras que otros clientes que buscan solo distracción irán a otro tipos de clubs para ver un show striptease y compartir algún tiempo en compañía de las bailarinas exóticas y sus bailes nada más.
Por eso la selección del club es tan importante. ..
-Es que yo solo bailo…y nada más. No soy una puta – dijo Stephany.
-Me parece estupendo. Eres una auténtica bailarina exótica. El problema es que si tú estás en un club donde si se permite la relación o la salida, y en donde muchas otras chicas si lo hacen, entonces lo más probable es que el tipo de clientes que van allí les valga un comino que seas una bailarina. Ellos buscan sexo. Y lo van a obtener con otra si tú no lo haces. Para ellos, todas las chicas de ese table dance serán iguales y estarán dispuestas a lo mismo. Por eso en ese club tú no compites.
-Pero…¿entonces no tengo opción en el club donde trabajo?
-Me parece que no. El problema que tú tienes es muy difícil de solucionar en ese lugar. Tienes dos enemigos con quienes lidiar y cuyos intereses son demasiado grandes:
#1 Los clientes de ese teibol que no buscan una simple distracción, así que dudo que los vayas a convencer con tu maravillosa plática y tu linda figura, que solo pueden ver sin tocar y que se tienen que conformar solo con tu compañía, cuando en realidad están deseando mucho más.
#2 Y las demás chicas que, estúpidamente, no comprenden que además de ser competidoras también deberían ser colaboradoras en esto para defender una sola posición frente a los clientes. Así todas saldrían beneficiadas imponiéndole límites a los clientes de ese table dance.
Lo que es más absurdo es que cuando algunas empiezan a manejar ese tipo de servicios no solo hacen que caiga en picada el poder de todas las bailarinas en su conjunto con los clientes, sino que las que lo hacen, se vuelven ahora competidoras directas en los servicios bajando el precio continuamente.
Si tú, Stephany, tienes bien definido tus límites como bailarina exótica, entonces cámbiate a un club que los respete y cuyos clientes aprecien verdaderamente la experiencia del show y baile erótico nada más.
De otra forma seguirás sin competir.