Una bailarina exótica en el chippendale.
Quietas Chicas…Quietas.
Conocí a V. hace un par de años. Una chica linda de 20 años con experiencia como bailarina exótica, y con unas nalgas, pero nalgas eh. Pocas veces he visto un trasero tan bien hecho…que nalgas.
-Y hoy a dónde vas a salir- le pregunté mientras chateabamos.
-Ya me voy al Mangos. Un club chippendale – me respondió.
-Ah. ¿Una despedida de una amiga? – le pregunté.
-No. Es que ya tengo para pagarle a Danilo varios sexis. La vez pasada me hizo de toooooodo en el privado. Me fascina– Y se despidió.
Una de las cosas que más me interesó cuando empecé a conocer y a tratar a fondo a las bailarinas exóticas o teiboleras, fue que en muchos casos las bailarinas repetían el mismo patrón de comportamiento que sus propios clientes: eran adictas a los hombres stripper y a los clubs chippendale.
Al igual que sus clientes muchas strippers ven de cuánto dinero disponen y se lanzan a alguno de los clubs de baile erótico para mujeres. Y se alocan. Y gastan. Mucho. Bailes y copas. Compañía. Privados. Y salidas. En muchos casos fantasías y expectativas por “llegar más lejos”, “llamar su atención”, “lograr una cita”, o “intentar una relación” con un Adonis.
Mujeres con sus propios deseos y sensaciones por supuesto. Como cualquier otra mujer promedio, y como cualquier cliente promedio también. Sin embargo una bailarina profesional (no promedio) se maneja INTEGRALMENTE con inteligencia, no sólo en su trabajo sino en su vida privada.
Así que evita igualar el comportamiento de sus propios clientes. Porque…¿no es absurdo?
Yo sé que muchos chicos stripper entran a ésta página para adquirir las mismas habilidades que sus colegas femeninas y aplicarlas con sus clientas.
Y eso está estupendo ya que buscan profesionalizarse y obtener los máximos beneficios con sus clientas en los clubs chippendale en donde trabajan. Bien por ellos.
Pero…¿A poco no es muchísimo mejor para un hombre stripper que además de que le paguen por su trabajo, que algunas de sus clientas sean los propios bombones con caras lindas, cuerpos estupendos, y sensualidad desbordante las que les compren su tiempo y su compañía?
Si el chico no es gay entonces la tiene hecha. No más señoras descuidadas y viejas, sino algunos bombones que trabajan en el club de enfrente.
Lo mismo sucedería en el teibol en que tu trabajas si los clientes fueran puros príncipes. Además de ganar dinero como bailarina exótica estarías muy contenta con ese tipo de clientes…que como sabes no son muchos por cierto. Son contados.
Una bailarina exóticase vuelve adicta a los clubs chippendale por la misma razón que lo hacen sus propios clientes en los tables dances: allí encuentra lo que no tiene en su vida convencional.
Seguramente tú también estas cansada del mismo tipo de hombre que acude a los clubs stripper, que independientemente a su personalidad y conducta, se caracteriza en general de lo mismo: descuido físico, pobre atractivo, y edad madura.
Pero tus clientes tienen el argumento de que afuera del teibol no levantan. Tú no tienes ese argumento porque es todo lo contrario.
Así que, si es tu caso, te recomiendo MUCHO que encuentres a ese Adonís AFUERA de los clubs chippendale. Estoy seguro de que no te costará mucho trabajo.
Como bailarina exótica tienes todas las ventajas a tu favor para encontrar en múltiples espacios a chicos atractivos, o a hombres interesantes fuera del teibol en que trabajas, ya que tu llevas contigo el principal motivador para cualquier hombre: tu juventud y tu belleza.
Otra razón por la cual una stripper o bailarina erótica puede enrolarse con un hombre chippendale es porque puede ejercer un acto de poder sobre él. Con suficientes recursos económicos de donde echar mano producto de su trabajo como bailarina exótica, entonces simplemente se lo compra. Lo presume. Y lo domina.
Bueno, mientras el acuerdo económico (y las opciones que él tenga) aguanten.
Por eso enrolarte en la dinámica de los clubs chippendale gastándote el dinero que ganaste haciendo exactamente lo mismo con tus clientes es, cuando menos, insensato.
¿Por qué insensato?
Bueno porque igual puedes terminar como tus propios clientes perdiendo todo por un hombre que al final, vive de la misma manera en que tú lo haces: ellos de las mujeres y tú de los hombres. Con múltiples opciones de donde escoger cada noche, y con la capacidad de sustituirte con tremenda facilidad.
¡¡¡¿¿¿¿Cómo????!!!!!
¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿A mí??????!!!!!!!!!!!
Sí princesa. A ti.
Oferta y demanda.
Piénsalo bien. No es una cuestión de darte un gusto o de un capricho, sino de un patrón de conducta. Igual que tus propios clientes.
p.d. Las mismas consideraciones aplican para cualquier Adonis que te implique gasto. Tal cual.